¡Hola Chaskis! ¿Cómo está yendo el agosto?
Estoy muy contenta de poder hacer la primera reseña en el blog (aunque en mi cuenta de instagram @loslibrosdechaski tenéis dos mini-reseñas que os animo a que veáis) y más con un libro como éste de Brandon Sanderson con el que, os voy adelantando, estoy absolutamente enamorada. Me muero de ganas de leer algo más del autor porque la primera trilogía me ha sorprendido muy gratamente (de hecho me ha gustado tanto que no sé si me quiero leer los tres siguientes).
Os informo de que tanto la sinopsis como la reseña pueden contener spoilers si no se han leído los dos libros anteriores. Si ese es el caso recomiendo no seguir leyendo ésta entrada y echarle un vistazo a las reseñas de los libros anteriores que iré subiendo a lo largo de esta semana.
Sin enrollarme más os dejo la ficha técnica y la sinópsis.
Aunque sea una afirmación muy contundente para empezar me atrevería a decir que Branderson ha creado uno de los mundos fantásticos más impresionantes que he tenido el placer de leer. Sus personajes son verosímiles y, ante todo, coherentes. Muchas veces cuando se trata de sagas se corre el riesgo de que el mundo que ha creado el autor cambie de un libro a otro y que el multiverso creado se convierta, sin motivo alguno, en otro totalmente distinto.
Así que una de las cosas que más me gustan de ésta trilogía (y lo llamo así porque los siguientes tres libros ocurren en otra época y con otros personajes) es precisamente que toda la historia tiene cohesión. Aunque en este tercer libro ya no haya un Lord Legislador y tanto Elend como Vin sean los que dirigen el nuevo Imperio, el libro sigue con el ritmo trepidante de los volúmenes anteriores. Es más, en esta tercera entrega, ciertos personajes de la banda original de Kelsier adquieren mucho más protagonismo, cosa que me encanta porque era una de las cosas que echaba en falta en los dos anteriores. Así que por esa parte me parece que el autor ha sabido sacarle muchísimo jugo a la historia.
A medida que leía el libro, tenía miedo de que el final fuese algo precipitado y que todos los misterios que quedaban por resolver de El pozo de la ascensión (el segundo volumen de la trilogía) se quedasen en el tintero o que se diesen por sentados. En este aspecto Sanderson me ha vuelto a sorprender muy positivamente, pues todos los entresijos se resuelven paulatinamente y de una manera coherente y a todas las luces bien meditada.
Creo que a la historia no se le puede poner ninguna pega. Pueden gustar más o menos su desarrollo y desenlace, pero el libro está espléndidamente pensado y escrito. El único arrepentimiento que tengo es el no haber adquirido el tercer tomo en su idioma original (inglés). Cuando fui a adquirir el libro había leído comentarios sobre la mala traducción del libro, pero no le di mayor importancia. Tremendo error.
A lo largo de los años he leído muchos libros del mismo género y nunca antes me había encontrado con una traducción tan mala. Más allá de los cuantiosos errores tipográficos (como cambiar bruma por broma, ¡bendita ironía!) nos encontramos con páginas y más páginas donde los nombres de los protagonistas están cambiados por otros o entremezclados entre sí. Además hay varios pasajes que por más que he releído no he sido capaz de entender debido a la mala traducción de párrafos enteros.
En resumen, el libro es maravilloso (para mí un cierre increíble para una trilogía que me ha parecido muy buena) pero la traducción al castellano es pésima. Así que, si queréis disfrutar de verdad de este final de trilogía os recomiendo que, si podéis, le deis una oportunidad al libro en versión original.
NOTA FINAL: 5/5 (TRADUCCIÓN: 1/5)
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