¡Hola chaskis!
Parece que mi parón lector ya ha terminado, porque tras la semanita de descanso (que es lo que necesitaba) he recargado las pilas. ¡Me he leído dos libros en dos días! Pronto iré subiendo las respectivas reseñas.
¿Cuál es vuestro truco infalible contra parones? El mío, simple y llanamente, es parar. Si no me apetece leer no lo hago hasta que me apetece de nuevo :)
Hoy os traigo la reseña de Elantris de mi admirado Brandon Sanderson. Ya sabéis que siento debilidad por sus libros, pero prometo ser totalmente sincera. ¡Allá vamos!
¡Brandon Sanderson lo ha vuelto hacer! o quizá debería decir que lo hizo desde el principio ya que ésta fue la primera novela publicada del autor.
En esta novela nos encontramos a tres personajes principales cada cual más característico:
Raoden, príncipe de Arelon y heredero del trono se ve una mañana sorprendido por la Raod, una maldición que lo condena a vivir para siempre en Elantris, ciudad antaño de Dioses que se ha convertido en el hogar de aquellos que no pueden morir pero no están vivos.
Sarene es la princesa de Teod y la prometida de Raoden. Ella es una mujer valiente y testaruda cuya pasión es la política. Acostumbrada a moverse en un mundo de hombres, recibe la noticia de que su prometido ha muerto y que por tanto, queda automáticamente casada con él y por consiguiente viuda. Atada como está a la ciudad, Sarene hará lo posible por salvar tanto al reino de Arelon como a su propio reino de la influencia Fjorden.
Hrathen es un alto cargo del sacerdocio de Fjorden y el único que puede salvar la ciudad de una masacre. Para ello, intentará convertir al pueblo a su religión.
Como veis los personajes de la novela son muy variados. Y aunque todos ellos tienen mucha personalidad y son muy distintos, confieso que el personaje de Hrathen no me acabó de gustar. Para mí éste es un personaje que pasa sin pena ni gloria, de esos que no puedes aborrecer pero tampoco amar. Me da mucha pena decir ésto porque él es un tercio de la historia y también un personaje al que creo, que de haber explotado mucho más su pasado, se le podría haber sacado mucho jugo. Aún así creo que es un personaje coherente cuyas acciones siguen un propósito lógico y que es esencial para dirigir la historia.
Por el contrario tanto Sarene como Raoden me cautivaron. No quiero contar demasiado sobre ellos porque prefiero que el lector descubra por sí mismo cómo son, pero amé la fuerza de Sarene y el optimismo de Raoden con todas mis fuerzas. Para mí, sin duda alguna, ellos dos son lo mejor de toda la historia de Elantris.
Y creo que decir eso de estos dos magníficos personajes es mucho, ya que como siempre, Brandon Sanderson plantea una historia perfectamente hilada, con un final redondo que es muy evidente que está muy bien pensado. No hay cabos sueltos, no hay cosas raras que te dejen mal sabor de boca. La única pega que le veo, es que una de las ramas de la religión Fjorden no se explica muy bien y me parece muy importante para la historia. Aún así, insisto en que el mundo que ha creado Sanderson no tiene grietas y se explica muy bien por sí mismo.
La ambientación elantriana es también impresionante. Mientras lees las descripciones, breves, detalladas y concisas de la pluma de Sanderson, puedes entender perfectamente cómo era y como es Elantris. Lo mismo pasa con Kae, Arelon y Teod. Algo que considero que ayuda tremendamente a conectar con este universo que ha creado el autor son sus magníficos personajes (tanto protagónicos como secundarios) porque como nos tiene acostumbrados cada uno de ellos está pensado con mimo, con marcadas personalidades que permiten al lector entender porqué actúan como lo hacen.
En resumen es un libro que merece muchísimo la pena. Aunque confieso que me gustó más la trilogía de Mistborn, Elantris me ha dejado un buenísimo sabor de boca. Cuando leía quería más y más. Después de leerlo, sigo queriendo más.
Brandon Sanderson es así... siempre te deja con ganas de seguir leyendo.
Puntuación final: 4.5/ 5 ⭐⭐⭐⭐🌙
